¿VALE LA PENA SER MORAL?
1. Escoger y justificar la acción
Sólo los humanos somos capaces de
escoger nuestra acción. Por acción no entendemos todo aquello
que hacemos (hacer la digestión, respirar o caer enfermo no son acciones), sino
aquella actividad que hacemos de una forma consciente y voluntaria.
Desde esta determinada perspectiva, los animales no realizan
acciones; su conducta no es consciente ni voluntaria, sino genéticamente
determinada. Ciertamente, los humanos estamos genéticamente
condicionados, pero hemos llegado, en nuestro proceso evolutivo, a ser capaces
de interponer el pensamiento entre el estímulo y la respuesta.
La conducta animal tiende a ser
programada, automática: el estímulo y la propia biología determinan
unívocamente y sin error la respuesta.
La conducta humana a menudo es
parecida a la conducta animal, pero el ser humano —un organismo bastante más
complejo— necesita hacerse cargo de la situación y escoger una
de les diferentes posibilidades. Con su libertad y responsabilidad, le es
preciso decidir y justificar su acción.
En las acciones humanas confluyen elementos como motivos, intenciones y fines, resultados y consecuencias; todos queremos que nuestras acciones tengan sentido y que éste sea comprensible por quienes nos rodean. Por todo eso, nos es preciso justificar o «hacer justa» nuestra elección. Por otra parte, los humanos podemos cerrar los ojos a esta necesidad de nuestra especie y vivir de una forma típicamente animal, sólo nos es preciso «pasar» de justificar las acciones todo olvidando la propia racionalidad.
En las acciones humanas confluyen elementos como motivos, intenciones y fines, resultados y consecuencias; todos queremos que nuestras acciones tengan sentido y que éste sea comprensible por quienes nos rodean. Por todo eso, nos es preciso justificar o «hacer justa» nuestra elección. Por otra parte, los humanos podemos cerrar los ojos a esta necesidad de nuestra especie y vivir de una forma típicamente animal, sólo nos es preciso «pasar» de justificar las acciones todo olvidando la propia racionalidad.
2. Tipos de personas
Según como asumamos nuestra posibilidad de escoger
y justificar nuestras acciones podemos hablar de diferentes tipos de personas.
- Personas
morales.
Personas que se plantean problemas morales, que quieren justificar
su comportamiento, razonando su decisión y actuación.
2.
Personas inmorales.
Personas que reconociendo las normas y los valores de su sociedad, los
infringen y viven de espaldas a ellos, poniendo el propio interés por
delante de todo. Sólo respetan las normas si de eso se desprende un beneficio.
Para los inmorales es imprescindible que los además sí respeten las normas, del
contrario tendrían que replantear su actuación.
- Personas amorales. Personas que no
aceptan la necesidad de justificar su comportamiento, indiferentes a
cualquier cuestión moral e incapaces de preocupación moral por
las otras. Todo vale mientras se obtengan buenos resultados,
especialmente, resultados económicos. Parece imposible que un ser racional
pueda ser amoral: todos tenemos la necesidad de elegir y justificar lo que
hacemos, no podemos actuar siempre automáticamente.
- Personas desmoralizadas. Personas que habían
aprendido y asumido pautas morales pero que ahora, por factores como falta
de coraje o de resistencia, por desorientación en un mundo cambiante o por
simple contagio social, se han devaluado o soterrado sus
exigencias. Se ha difuminado el norte que antes guiaba sus vidas.
¿Con cuál de estos tipos de persona querríamos
ser identificados? Quizás sea el momento de hacernos otra
pregunta: "¿por qué hemos de ser morales si no serlo parece ser
que puede comportar ventajas?" Es la misma pregunta que de una
forma más concreta ya se formulaba el pequeño Wittgenstein: "¿por qué
tendría que decir la verdad si me puede ser beneficioso decir una
mentira?" Es una cuestión que todos los filósofos se han planteado.
3. El mito de Giges
Platón, filósofo griego
muy amante de los mitos, cuenta en su diálogo La República la historia
de Giges, un hombre que era moral o justo porque no tenía otro remedio,
pero que va a ser inmoral o injusto cuando se invierten las
circunstancias.
«Giges,
un pastor que servía al rey de Lídia, estaba un día con su rebaño en las
montañas cuando se desató una fuerte tormenta. Repentinamente, de un seísmo se
abrió un trozo de tierra y se hizo una honda grieta. El pastor, maravillado,
bajó por aquella hendidura y entre otras cosas prodigiosas contempló un caballo
de bronce, vacío, con unas pequeñas puertas. Asomó la cabeza y se encontró con
un cadáver de talla superior a la humana. Estaba desnudo y sólo tenía en un
dedo un anillo de oro. Giges sacó el anillo y salió de allí. Pasados unos días,
asistió, llevando el anillo, al encuentro mensual de los pastores para preparar
la notificación al rey del estado de sus rebaños. Sentado entre los otros, hizo
girar por azar el anillo encarando su grabado con la palma de la mano.
Acto
seguido, sus compañeros se pusieron a hablar de él como un ausente: se había
hecho invisible. El pastor, maravillado, se daba cuenta de que cuando el
grabado del anillo miraba hacia el interior de la mano, se hacia invisible,
cuando miraba hacia el exterior, volvía a ser visible. Comprobada la eficacia
de su anillo, maniobró para ser uno de los mensajeros enviados a palacio para
informar al rey. Una vez en palacio, utilizando el poder del anillo, accedió a
las habitaciones de la reina y la sedujo; con la ayuda de ella preparó una
trampa al rey, lo asesinó usurpándole la corona.»
El mito de Giges ilustra el punto de vista según
el cual todo el mundo, si puede, es inmoral en beneficio propio.
Más aún, si alguien dotado de un poder parecido al de Giges se abstiene de
cometer injusticias y de apropiarse de los bienes de otros, sería considerado
un desgraciado y un tonto. Porque nadie es justo voluntariamente: todo el que
puede es injusto y la injusticia es más ventajosa que la justicia.
Pero, como podemos sospechar, no es este el punto
de vista que defiende Platón. El portavoz de su pensamiento, Sócrates,
está convencido que por muchos beneficios que aparentemente se puedan sacar de
una actuación injusta, ésta no es respetada ni por
su mismo autor. El comportamiento del hombre injusto es insostenible.
Avanzado el diálogo, Sócrates afirma que los humanos no podemos sino esconder
las acciones injustas; quién las hace, sólo puede vivir disimulando,
protegiéndose y temiendo que los otros actúen como él. Vivir así no es un vivir
feliz.
Por otra parte, el mito de Giges insinúa el modelo
de comportamiento del hombre moral: el que actúa con justicia pudiendo
actuar injustamente, como si poseyese un anillo.
4. Ser la persona que deseamos ser
Aparte del mito de Giges, es innegable que una
persona puede actuar injustamente y no pasarle aparentemente nada. Es por ello
que, independientemente de los muy respetables móviles religiosos, de las
imposiciones por parte de alguna autoridad, de premios o castigos, aún seguimos
preguntándonos: ¿por qué merece la pena ser una persona moral?
En nuestros mejores y más generosos momentos,
sabemos el tipos de persona que nuestro yo más íntimo desea ser. No
nos importa sólo el tipos de persona que somos sino también el tipos de persona
que, como seres racionales y libres, pensamos que estamos llamados o destinados
a ser. Ser fiel a este yo mejor se centra más que la autorrealización,
la auto optimización, o sea, la realización de lo mejor que hay en
nosotros. Éste es nuestro deber y aquí se encuentra el corazón de la moralidad.
«La actividad moral es un
requisito esencial para la autoestima adecuada de un ser racional. Fracasar a
este respecto es dañarse uno mismo donde más duele y donde más debe doler: en
la imagen que uno tiene de sí mismo.»
Este esfuerzo moral merece la pena porque permite
estar en buenas relaciones con un mismo y, indudablemente, hace crecer
la autoestima, la imagen que uno tiene de sí mismo. ¿No implica eso un aumento
de nuestro bienestar?
5. Evitar ser un imbécil
Uno de los retos que toda persona tiene a la vida
es el de evitar ser un imbécil. No imbécil en el sentido psicológico de persona
que sufre alguna patología mental, sino imbécil en su sentido original,
de persona físicamente sana pero que necesita un bastón de soporte para ir a
por la vida. Es sabido que la palabra "imbécil" deriva del latín
"baculus", que significa "bastón". Así, un imbécil
morales aquella persona que necesita un apoyo exterior a
ella misma (como por ejemplo la opinión de las otras), porque tiene su
capacidad crítica o su consciencia desactivada.
«Lo contrarío de ser moralmente imbécil es tener conciencia.
(…) ¿En qué consiste esa conciencia que nos curará de la imbecilidad moral?
Fundamentalmente en los siguientes rasgos:
- Saber
que no todo da igual porque queremos realmente vivir y además vivir bien, humanamente bien.
- Estar
dispuestos a fijarnos en sí lo que hacemos corresponde a
lo que de veras queremos o no.
- A
base de práctica, ir desarrollando el buen gusto moral,
de tal modo que haya ciertas cosas que nos repugne espontáneamente
hacer.
- Renunciar
buscar coartadas que disimulen que somos libres y por tanto razonablemente
responsables de las consecuencias de nuestros actos».
Fernando
SAVATER Ética para Amador
Ser moral implica
buscar racionalmente la manera de vivir mejor, de llevar una buena
vida junto con los otros seres humanos. Esta exigencia sólo se
satisface siendo una persona reflexiva, responsable y libre, lo cual nos
aleja de toda imbecilidad moral.
Abril 04 de 2016
lectura sobre la MORAL
LA MORAL
Queridos estudiantes, reciban un cordial saludo, la lectura que les brindo en el enlace deben realizarla de manera individual y establecer, al menos tres conceptos que den soporte a la ética. Esta ideas que surjan de su lectura consciente y analítica serán el insumo para la siguiente clase
HOLA Queridos estudiantes, aca les dejo el enlace de esta lectura que nos muestra la importancia de la ETICA en nuestras vidas, por favor léanlo, compréndalo y saquen sus ideas centrales para poder realizar una clase mas agradable y participativa.
LA ETICA EN MI VIDA.
Para resolver las preguntas del estudio de caso, se recomienda leer el siguiente documento:
CARACTERISTICAS
Y PRINCIPIOS DE LA ETICA
La palabra ética viene del griego, que significa forma de
conducirse, modo de vivir y significa además la Ciencia de las buenas
costumbres, de la las buenas acciones. También significa un conjunto de
principios, valores y normas que regulan la conducta humana. La palabra
ética además es empleada para valorar la conducta de los profesionales, los
políticos, los servidores públicos y, con ellos, emitimos un juicio de valor
sobre sus actuaciones en sentido positivo o bien negativo, usando un marco de
referencia, que son los principios, valores y normas éticas.
CARACTERÍSTICAS DE LA ÉTICA.
1. Su
objeto son los actos humanos.
2. Se
fundamenta en la naturaleza racional del ser humano que sabe diferenciar entre
bien y mal, entre lo correcto y lo incorrecto.
3. Como
somos libres de elegir, somos y nos sentimos también responsables de lo que
decidimos, debiendo por lo tanto asumir las consecuencias de nuestros
actos.
4. Tiene
como fundamento la naturaleza imperfecta, pero perfectible del ser humano. Como
seres humanos tenemos defectos, pero en nuestra misma naturaleza está el
potencial espiritual que nos permite esforzarnos día a día por ser
mejores.
5. La
ética es una disciplina normativa. Su propósito último es definir y establecer
normas o reglas de conducta que postulan deberes que la persona debe
cumplir.
PRINCIPIOS ÉTICOS.
Los principios éticos son postulados que tienen valor por sí mismos. Son axiomas morales, verdades evidentes de aplicación universal. Son los pilares que sustentan la formulación de reglas éticas de conducta.
Son principios éticos fundamentales los siguientes:
1. El
principio del bien: Haz el bien y evita el mal, es el principio ético
connatural del ser humano y es el que contiene a todos los demás principios
éticos.
2. El principio de la vida. La vida es el primero
y más importante derecho del ser humano, es el soporte de los demás derechos
humanos. (Art.3 Declaración Universal de los Derechos humanos. Arto. 23 de la
constitución).
3. El
principio de la dignidad: Toda persona tiene valor por sí misma. Dignidad es
sinónimo de grandeza, importancia, valor, merecimiento, buena reputación. La
dignidad del ser humano se refiere a la importancia que tiene toda persona por
el hecho de ser un ser humano. Es la base de la consideración y del trato
educado que merecen todas las personas.
4. El
principio de la igualdad: Todos somos fundamentalmente iguales. Nadie vale más
que nadie. Nadie vale menos que nadie. El art 1 de la Declaración de los
humanos dice "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y
derechos".
5. El
principio de la libertad: La persona por naturaleza es un ser libre y para la
libertad.
El principio de solidaridad: Se refiere a la
disposición de los seres humanos a prestarse apoyo y ayuda mutua. Todos
necesitamos de los demás para atender nuestras necesidades, del mismo modo que
los demás necesitan de nosotros. MARZO 6 DE 2016
MORAL Y ÉTICA
Se diferencia en que la ética es el estudio filosófico y científico de la moral y es teórica
mientras que la moral es práctica.
La ética trata sobre la razón y depende de la filosofía y en cambio la moral es el
comportamiento en el que consiste nuestra vida.
Etimológicamente “ética” y “moral” tienen el mismo significado.
“moral” viene de latín “mos” que significa hábito o costumbre; y “ética” del griego “ethos” que
significa lo mismo.
Sin embargo en la actualidad han pasado a significar cosas distintas y hacen
referencia a ámbitos o niveles diferentes. La moral tiene que ver con el nivel práctico o
de la acción. La ética con el nivel teórico o de la reflexión.
Moral es el conjunto de principios, criterios, normas y valores que dirigen nuestro
comportamiento. La moral nos hace actuar de una determinada manera y nos permite
saber que debemos de hacer en una situación concreta. Es como una especie de
brújula que nos orienta, nos dice cuál es el camino a seguir, dirige nuestras acciones en
una determina dirección. La brújula nos indica el camino. En la vida hay que intentar
no perder el norte.
Ética es la reflexión teórica sobre la moral. La ética es la encargada de discutir y
fundamentar reflexivamente ese conjunto de principios o normas que constituyen
nuestra moral.
Como conclusión: moral y ética se plantean cuestiones distintas. La moral tiene que
ver el nivel práctico de la acción y trata de responder a la pregunta ¿qué debo hacer?;
la ética con el nivel teórico de la reflexión y trata de responder a preguntas del tipo
¿qué es la moral? ¿cómo se aplica la reflexión a la vida cotidiana?
Empecemos a hacer ética respondiendo a la primera pregunta: ¿qué es la moral? Para
ello definiremos: acciones morales, normas morales, valores morales y dilema moral.
Diferencia entre ética y moral
El uso de la palabra ética y la palabra moral está sujeto a diversos convencionalismos y que
cada autor, época o corriente filosófica las utilizan de diversas maneras. Pero para poder
distinguir será necesario nombrar las características de cada una de estas palabras así como
sus semejanzas y diferencias.
1. Características de la moral. La moral es el hecho real que encontramos en todas las
sociedades, es un conjunto de normas a saber que se transmiten de generación en
generación, evolucionan a lo largo del tiempo y poseen fuertes diferencias con
respecto a las normas de otra sociedad y de otra época histórica, estas normas se
utilizan para orientar la conducta de los integrantes de esa sociedad.
2. Características de la ética. Es el hecho real que se da en la mentalidad de algunas
personas, es un conjunto de normas a saber, principio y razones que un sujeto ha
realizado y establecido como una línea directriz de su propia conducta.
3. Semejanzas y diferencias entre ética y moral. Los puntos en los que confluyen son los
siguientes:
En los dos casos se trata de normas, percepciones, debe ser.
La moral es un conjunto de normas que una sociedad se encarga de transmitir de
generación en generación y la ética es un conjunto de normas que un sujeto ha
esclarecido y adoptado en su propia mentalidad.
Ahora los puntos en los que difieren son los siguientes:
La moral tiene una base social, es un conjunto de normas establecida en el seno de una
sociedad y como tal, ejerce una influencia muy poderosa en la conducta de cada uno de
sus integrantes. En cambio la ética surge como tal en la interioridad de una persona,
como resultado de su propia reflexión y su propia elección.
Una segunda diferencia es que la moral es un conjunto de normas que actúan en la
conducta desde el exterior o desde el inconsciente. En cambio la ética influye en la
conducta de una persona pero desde si misma conciencia y voluntad.
Una tercera diferencia es el carácter axiológico de la ética. En las normas morales impera el
aspecto prescriptivo, legal, obligatorio, impositivo, coercitivo y punitivo. Es decir en las
normas morales destaca la presión del valor captado y apreciado internamente como tal. El
fundamento de la norma ética es el valor, no el valor impuesto desde el exterior, sino el
descubierto internamente en la reflexión de un sujeto.
Con lo anterior podemos decir existen tres niveles de distinción.
1. El primer nivel está en la moral, o sea , en las normas cuyo origen es externo y tienen
una acción impositiva en la mentalidad del sujeto.
2. El segundo es la ética conceptual, que es el conjunto de normas que tienen un origen
interno en la mentalidad de un sujeto, pueden coincidir o no con la moral recibida,
pero su característica mayor es su carácter interno, personal, autónomo y
fundamentante.
3. El tercer es el de la ética axiológica que es un conjunto de normas originadas en una
persona a raíz de su reflexión sobre los valores.

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